miércoles, 9 de septiembre de 2015

Prometeo y Pandora

La vida del hombre debajo del Monte Olimpo era muy sencilla. Todos los hombres eran igual de ignorantes y felices. Los dioses eran muy sabíos pero se aburrian fácilmente. Un día, Zeus decidió llamar a uno de sus dioses: Epimeteo. Zeus le encomendó la tarea de llevar dos cajas a la Tierra. Una caja grande y una pequeña. La caja grande contenía "diferencias" que serían entregadas aleatoriamente a los hombres, mientras que en la caja pequeña se hayaba un gran secreto que Epimeteo no debía abrir, a menos que Zeus se lo pidiera.  
   Cuando Epimeteo llegó a la Tierra, la noticia se esparció rápidamente y todos los animales esperaban para que también a ellos les fueran concedidas ciertas cualidades.  Le dio timidez al ratón, fuerza al oso, lealtad al perro, pereza al cerdo y ocupación a la abeja; la zorra obtuvo astucia y la mula terquedad. Por último llegó el hombre, preguntando qué diferencia le sería otorgada. Epimeteo se dió cuenta que no quedaba ninguna, también recordó que el humano era la criatura favorita de Zeus y éste se enojaría si se enterara de este problema. 
    Epimeteo decidió enviarle un mensaje instantáneo a su hermano Prometeo, para que le enviara algo rápidamente, antes de que Zeus descubriera su error. Prometeo, al recibir el mensaje supo que enviaría el "fuego" pues pensó que sería muy comfortable para los humanos. Cuando estuvo a punto de enviarlo fue descubierto por Zeus, quien le ordenó no hacerlo. Los humanos serían capaces de cocinar carne - le dijo - Pronto matarían a otros animales; fundirían el oro y la plata; harían monedas y venderían cosas por dinero; podrían fabricar armas y comenzar  varias guerras; construir máquinas voladoras y llegar hasta el Monte Olimpo. A pesar de sus predicciones, Prometeo no hizo ningún caso y envió fuego a la Tierra. Lo único que Zeus pudo hacer fue castigar a Prometeo, encadenandolo a una montaña.Todos los días veía a los humanos usando el fuego y a Epimeteo solitario. 
   Astutamente, creó a una mujer llamada Pandora para que fuera la esposa de Epimeteo.
Pasaban mucho tiempo juntos y eran muy felices. Ella siempre insistía en que quería ver la pequeña caja que Epimeteo guardaba con tanto recelo, y éste siempre le negaba echar un vistazo. Un día, ella desobedeció a su esposa y abrió la caja: era una caja llena de problemas. Pandora trató de cerrarla pero ya era demasiado tarde, la codicia, el hambre y el miedo volaron; el sarampión, paperas, viruela salieron por la ventana. 
    Epimeteo muy asustado, se dio cuenta que la caja aún no quedaba vacía. La esperanza quedó aplastada por todos los problemas. El mundo puede estar lleno de problemas -dijo-, pero las cosas no serán tan malas siempre y cuando tengamos todavía esperanza. 





  


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