viernes, 4 de septiembre de 2015

Orfeo y Euridice

Orfeo y Euridice habían sido alcanzados por las flechas de Cupido. Su primera mirada fue inmediatamente seguida por su compromiso para casarse. Nunca dos jóvenes habían sido tan felices.
   Pero la alegría se volvió tristeza justamente después del casamiento. A Eurídice la mordió en el pie una serpiente venenosa y unas horas después su corazón dejó de latir. Ahora era una ciudadana del reino de Plutón y su esposa Proserpina. 
     Orfeo descendió de la Tierra y le suplicó a Plutón que permitiera llevarse a Eurídice de regreso a la Tierra. Plutón estaba tan conmovido por la vida tan feliz de la pareja que accedió a la petición, pero con una condición: ambos debían caminar directamente hasta salir del infierno, sin mirar una sola vez hacia atrás. Si alguno de los dos lo hacía, Eurídice tendría que regresar. 
     Los dos amantes se unieron otra vez y emprendieron el largo viaje hacia la Tierra. Eurídice aún sentía dolor, así que la subida fue larga y difícil. Decidió hacer una pausa y se detuvo, pero Orfeo siguió caminando maravillado por la idea de llegar al Sol. -¡El Sol!-gritó Orfeo. Miró hacia atrás para sonreír a su novia y vio na mirada de horror en el rostro de Eurídice. Ella cayó de rodillas, Orfeo corrió hacia ella tratando de alcanzarla , pero sus brazos tocaron solamente el vacío... era ya demasiado tarde, ella desapareció en los infiernos para siempre. -Te esperaré- susurró. 
      Eurídice no tuvo que esperar mucho tiempo, pues Orfeo murió un poco después de su regreso a la Tierra sólo para estar con su amada. Y desde ese entonces, se dice que caminan juntos de la mano en el infierno para siempre. 

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