Después de que los griegos conquistaran Troya, algunos regresaron a la isla de Itaca, en Grecia. Hubo un griego que nunca permitió que la esperanza lo abandonara; su nombre era Ulises.
Durante el viaje tuvieron que enfrentarse a muchas adversidades; una de ellas fue desembarcar en una isla de terribles gigantes que casi los asesinan. Finalmente, llegaron a otra isla, todos estaban cansados, hambrientos y sedientos. Ulises le ordenó a un grupo de hombres que fuerana explorar la isla, mientras tanto, el resto esperaría en el barco.
Tiempo después, uno de sus hombres se acercó al barco corriendo; estaba arañado y herido. Les contó que llegaron al palacio de una echicera muy hermosa,que los envolvió con su canto,les ofreció las mejores atenciones que jamás habían recibido, había mucha comida. De repente, la mujer sacó una varita magica y convirtió a todos los hombres en cerdos. Eso no fue lo peor, él estaba muy seguro de que sus amigos aún conservaban su conciencia y estaban muy asutados.
Ulises no podía creer lo que escuchaba y muy valiente decidió ir al palacio a enfrentar a la hechicera. De repente, Hermes, el mensajero de los dioses le entregó una posión para portegerlo de los hechizos de Cirse. Al llegar al palacio, Ulises confirmó lo que su amigo le había dicho: Cirse era una mujer muy hermosa. Lo invitó a comer pero Ulises muy astuto, se dio cuenta cuando sacó su varita magica y la detuvo. La amenazó con su espada y ella se puso a llorar como niña.
Cirse le confesó que había pasado tanto tiempo sola que estaba tan enojada como para convertir a todos los hombres en cerdos; pero si Ulises decidía quedarse con ella, convertiría a sus amigos en hombres de nuevo. Ulises aceptó.
Los griegos disfrutaron por un año las cortesías de Cirse, pero de pronto sintieron mucha nostalgia por su natal Itaca, así que se despidieron de Circe y se dirigieron a su nave nuevamente.


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