Ulises regresa a casa

Ulises después de muchos años, finalmente regresó a su reino de Itaca pero la mayoría de la gente, incluso su esposa la reina Penélope pensaban que había muerto en un naufragio. 

  Penélope no se había vuelto a casar pero pronto tenía que elegir a un rey para gobernar Itaca. Más de cien pretendientes estaban hospedados en el palacio de Ulises y cada uno esperaba la respuesta de Penélope mientras que todos se comían la comida de Ulises , sus vinos y daban órdenes a los sirvientes como si fueran Ulises. 

  Cuando Ulises llegó a su palacio, nadie lo reconoció pues era ya muy viejo y su ropa era de un mendigo. Él decidió ser espia por un tiempo para saber qué pasaba en su palacio y quiénes le seguían siendo leales. 

   Cuando llegó a su palacio el único que lo reconoció fue su perro, ya muy viejo, descuidado y maltratado. Parecía que el perro lo había estado esperando para morir y así fue. Muy feliz lo lamió y murió. 

   Ulises se adentró en el palacio y vio que todos los hombres estban muy emocionados, pues Penélope estaba a punto de elegir al proximo rey. Quería ver cuál de los pretendientes era bueno y cuál era malo. Resultó que todos eran muy groseros.

    Astutamente, Penélope diseñó un plan casi imposible para elegir al proximo rey, un plan que sólo el mismo Ulises podría realizar. Les dio a cada uno de sus pretendientes un arco y un carcaj de flecas, el hombre que lograra atinarle al blanco, sería su nuevo esposo. Todos los hombres se dieron cuenta que eran muy poca cosa para el arcoe  del rey, pues no podían ni siqueira tensarlo para lanzar la flecha. Todos se dieron por vencidos.

    El mendigo, pidió un turno para lanzar la flecha; todo mundo comnezó a burlarse de él. No sólo logró tensar el arco, sino que le atinó al blanco, recuperó a su esposa y a su reino.